domingo

habla el humo, nada el humo.

Cuando no hay más que decirnos me hago uno con el humo serpenteando la razón. De todo aquello decidido se estira el tiempo y me olvido me olvido, como vos. Y en la esfera vagamos indiferentes por el espacio que dejé...


No fumo, y nunca lo haré. Y el humo, cuando llega directo a mi nariz me molesta de sobremanera... realmente molesta en mi super sensible nose. Pero en los hombres me parece un hábito muy muuuy sexy; los besos con sabor a nicotina, el perfume de ellos combinado con el olor a cigarro, la forma en la que fuman, prenden el cigarillo, en fin...

So here it is, my favorite male smoking moments (incluye mis fave males):














El tercer cigarrillo del insomnio se quemaba en la boca de Horacio Oliveira sentado en la cama; una o dos veces había pasado levemente la mano por el pelo de la Maga dormida contra él.

(de Rayuela, que otra iba ser.)








1 comentario:

Alejandro Vargas dijo...

para deeeeesvaneceeeeer

liiiig*

saludos!